Éramos hijos y ahora somos padres. Han pasado tantos años, pero tan poco tiempo, que a veces nos sorprendemos con los papeles cambiados. De pronto vemos nuestra propia infancia y a nuestros propios padres con una luz nueva. Miramos a nuestros hijos y nos preguntamos qué día, qué frase, qué aventura quedarán grabadas en su memoria para siempre; qué dolores quedarán clavados en su alma y qué alegrías guardará como un tesoro. Los días más felices de su hijo están por venir. CARLOS GONZÁLEZ
MEZCLANDO COLORES
La mejor manera de que los niños aprendan los colores secundarios es mezclando ellos mismos los colores primarios, por ello nuestros niños y niñas han realizado unos cuadros preciosos en los que han podido apreciar el cambio de los colores y las diferentes tonalidades de los mismos.
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